A veces, cuando trabajamos con regresiones a vidas pasadas, nos encontramos con historias que parecen salidas de una novela. Te voy a contar una de ellas: la historia de Lili. Ella llegó a mí hace unos meses, con un problema que la acompañaba desde siempre: un miedo terrible a las alturas. No era un miedo común, era algo que le provocaba ataques de pánico solo al asomarse por la ventana de un tercer piso. Desde pequeña, ese miedo había sido una constante en su vida, pero no encontraba ninguna razón lógica en su pasado para explicarlo.

Después de probar diferentes terapias, Lili decidió intentar la hipnoterapia de regresión, con la esperanza de entender de dónde venía ese temor irracional. No voy a mentirte, ella estaba un poco escéptica al principio, pero se dejó llevar.

Un Salto al Pasado

Al entrar en el estado de relajación profunda, la regresión la llevó a un recuerdo sorprendente. Se encontraba en una época y en un lugar que no reconocía, pero sentía como si siempre hubiera estado ahí. Era un pueblo en las montañas, rodeado de acantilados. Mientras describía la escena, su respiración comenzó a acelerarse, y empezó a sentir una intensa sensación de caída. Al indagar un poco más, Lili revivió un momento trágico: en esa vida pasada, había caído accidentalmente desde un acantilado y perdido la vida.

Conexión con el Presente

Este recuerdo explicaba mucho. Su miedo a las alturas en la vida actual no era más que una manifestación de aquel momento tan impactante en una vida anterior. Una vez que logró revivir la experiencia y procesarla, le pedí que se despidiera de ese recuerdo, agradeciendo la lección que había traído consigo pero liberándolo para vivir sin esa carga en su vida actual.

Fue increíble ver cómo ese simple acto de reconexión y liberación produjo un cambio en ella. En las semanas siguientes, Lili me contó que se sentía mucho más tranquila al estar en alturas. Había logrado subirse a un mirador sin sentir ese pánico que antes la paralizaba.

¿Por Qué Sanar Vidas Pasadas?

A veces, cargamos con miedos, dolores o patrones de comportamiento que parecen inexplicables y no entendemos de dónde vienen. Sin embargo, al explorar estos recuerdos de vidas pasadas, podemos descubrir la raíz de estos problemas y, lo más importante, liberarlos.

La sanación no es mágica ni instantánea, pero cuando soltamos estos recuerdos y dejamos de aferrarnos a experiencias de otras vidas, algo se transforma dentro de nosotros. Nos sentimos más ligeros, más en paz y capaces de vivir plenamente en el presente.

“La regresión a vidas pasadas nos invita a descubrir que, a veces, sanar el presente requiere reconciliarnos con el pasado que aún llevamos dentro.”

JEZIEL C.